viernes, abril 07, 2006

¿En quién confías?

'Cause you are reliable as a painting in wave wet sand
You're coming and you're going like the water you never end
'Cause you are reliable as a painting in wave wet sand
And I am just another piece of an island in reach for your hands...
feel my doubts when you are in my arms
(de "Wave wet sand", Ace of Base)

Caminaba por Huérfanos cuando entré a un supermercado Santa Isabel. Iba a clases y por la hora (las seis de la tarde más o menos) me pareció una buena idea una botella de mineral y un paquete de mani con pasas. En eso estaba cuando un guardia, disfrazado de agente del GOPE, me dijo: "joven, debe dejar la mochila en los casilleros". Miré los cubículos metálicos y, para mi sorpresa, estaban todos llenos. "Están llenos" le dije; "entonces le tengo que poner una huincha" me dijo, mientras cortaba un trozo de cinta plástica del mismo tipo de esas que se usan para embalar, pero que lucía el logo del super.

Me aguanté las ganas de decirle algo. Solamente esperé que pegara la cinta en el cierre de mi mochila y seguí. Mal que mal el tipo no hacía otra cosa que no fuera su trabajo... y no lo envidio. Es que debe ser difícil tener un trabajo que consiste, basicamente, en desconfiar de todos los que entran a un recinto, mas todavia porque existe la posibilidad cierta que pase algo. En definitiva, cuando tu trabajo es desconfiar de todos y teniendo razones de sobra para hacerlo.

Al igual que todos, yo deposito mi confianza a diario en personas muchas de las cuales a veces ni siquiera conozco. Cuando te dicen que han tomado nota de tu reclamo, que la resolución estará lista el lunes o que el movil está en camino, lo que hay detrás de aquello es un acto de confianza. Uno confía en lo que te dicen y por el otro lado confían en que uno les cree.

No es mentira decir que buena parte de la vida cotidiana se funda, precisamente, en la confianza. En lo personal, la presencia de la confianza es aun mayor. Una buena manera de medir la profundidad de los vínculos que nos unen con otras personas es el preguntarnos cuánta confianza depositamos en ellos. Usualmente tenemos un catálogo de amigos pero no a todos ellos entregamos los detalles, no siempre felices, de nuestras vidas.

En los temas de pareja, al menos para mi, la confianza es especialmente sensible. Incluso más que el amor, porque en alguna dimensión el enamoramiento no es un sentimiento voluntario, mientras que la confianza si lo es. Uno entrega la confianza, casi como un gesto, a quien ama o no ama. El amor simplemente se produce, mientras que la confianza se entrega. Obedece a una suerte de decisión conciente, objetiva, sensata. En síntesis, uno puede estar enamorado de alguien en quien no confía.

Así, en el último tiempo he descubierto que la confianza es un buen barómetro si se trata de descubrir el verdadero valor de quienes te rodean. Aquellas que se han ganado mi confianza son precisamente aquellas a quienes más aprecio, más estimo y más valoro. Caso contrario, quienes no lo han hecho ocupan divisiones inferiores en la liga de mis afectos, y quienes han traicionado mi confianza simplemente no aparecen en el ranking. Y tu, ¿en quién confías?.