miércoles, septiembre 06, 2006

Just do it

Sábado Blondie. El panorama prometía; iría una compañera de curso, que además puso su casa para la previa; Mauro, un excelente amigo que vino de Viña y un amigo de él, que se nos sumaría a eso de las diez.

Así las cosas, salí de mi trabajo a las nueve y enfilé a una velocidad apenas debajo de lo imprudente hacia Plaza Italia, lugar que con Mauro habíamos acordado como punto de encuentro. Y claro, nos juntamos, recogimos al amigo-de-mi-amigo y fuimos al departamento de mi compañera a darle su merecido a un par de botellas de pisco sour. A eso de las doce, y mientras hacía en Santiago un frío de antología,llegamos a Blondie.

Adentro, el ambiente no difería mucho del habitual aunque la música ochentera, que usualmente es estelar, estaba relegada a la segunda pista. Allá me encontré con varios y muy buenos amigos y es que mal que mal la música noventera (protagonista de aquella noche), aunque nos apene decirlo, comienza lentamente a convertirse en un himno generacional.

También me encontré con un ex. Una historia de al menos tres años atrás, que no terminó de mala manera pero que tampoco acabó con gloria. Un apretón de manos con más sentido que lo habitual y un nos vemos con gusto raro...

Mi amigo viñamarino, en tanto, con su propio tema; mi amiga con el suyo y yo, entretanto, intentando mantener la boca cerrada ante todo lo que ocurría entre ella y el amigo-de-mi-amigo.

En fin, todo terminó a las seis. Y por primera vez, siento que algo pasó. Porque después de esa fiesta, que tenía todo para convertirse en una más, siento que no somos los mismos. En fin... ¡habrá que ir más seguido a Blondie!.

Si quieres leer otra versión de los hechos visita http://mauroalternativo.blogspot.com/