jueves, septiembre 13, 2012

Tu te quedai...

Los no-solteros imaginan la vida de los solteros como una mezcla de un videoclip de regetón y de un capítulo de Friends.

Pero no todo es juerga.

También vamos al super. A comprar comida que antes de ser sabrosa sea fácil de cocinar, porque en realidad nunca se ha visto en un video de regetón a Daddy Yankee lavando platos o a Chandler calculando el tiempo para hornear un trozo de carne.

Pagamos cuentas. Al igual que todos, pagamos por servicios que casi nunca usamos (el canal de cocina, por ejemplo) o la mantención de los juegos infantiles del edificio. Y tenemos que reclamar si el internet está lento, el teléfono se corta o el cable se queda pegado.

Sufrimos de bullying. De todos los casados que nos ven con envidia y nos quieren hacer creer que levantanrse a las siete de la mañana el domingo para ir a dejar al retoño a los scout es un "panorama de fin de semana". Entonces, no pierden oportunidad para decirnos que somos unos inadaptados por no disfrutar de la cazuela de la suegra, los privilegios conyugales o la bendición de la prole.

Así que, cuando vea a un soltero, no se burle de él.

Piense que mientras usted está manejando a primera hora del domingo a dejar a su hijo a los scout, hay solteros que ni siquiera han arribado a sus hogares.

Asimismo, reflexione que mientras usted pasa horas cocinando sano para alimentar a su gente de manera sana y nutritiva, hay otros que se privan de aquello mientras alimentan su cuerpo con comidas preparadas, harinas integrales y verduras congeladas de esas que parecen distintas pero saben igual.

Al final del día, todos hacemos la misma fila del super.