miércoles, mayo 11, 2016

Modo crucero

Los últimos días han sido solo eso. Horas que pasan, seguidas de más horas que le siguen. Evito pensar, evito lo que me pueda recordar que él no está, lo que me haga pensar en lo que alguna vez, fue.
No ha sido fácil. Tengo mucho trabajo, pero no puedo evitar volver a la casa donde fuimos felices.
Me gustaría tener la facilidad de llorar, de poder desahogar con una sesión de llanto desgarrador todo lo que he sentido, lo que siento, el dolor que se siente por su ausencia. En realidad, me gustaría que las cosas hubieran salido de otra manera, pero me conformo con poder alguna vez llorar y dejar que el llanto arrastre el dolor y la pena. Pero no tengo esa capacidad. Solo me queda seguir viviendo en modo crucero, avanzando y pensando que lo que se deja atrás no es importante.