jueves, septiembre 14, 2006

Éxito (o eso que llamamos triunfar)

Hoy pensé en el éxito.

Usted podrá tener su propia idea acerca de lo que considera éxito, de la sensación que siente o sentiría de estar en tal situación y de lo que le falta o le faltaría para lograrlo. Lo más habitual, pienso yo, es identificarlo con un determinado logro, muchas veces material. He oído muchas veces a personas que relacionan su éxito con la obtención de un determinado empleo, un objeto material (la casa, el auto, un yeta etc.), el logro de una determinada marca deportiva e incluso con una conquista amorosa. Pero vamos por parte.
La Real Academia de la Lengua define al éxito como el "resultado feliz de un negocio, actuación etc." Primera novedad: el uso de la palabra "resultado". Porque el éxito no es el logro feliz de un azar o de una casualidad, sino que el resultado de una faena previa, la cosecha posterior a un trabajo que puede ser arduo. Por lo tanto, si no es el fruto de una situación previa, negocio, actuación o lo que sea del caso, en rigor no estaríamos ante una situación de éxito.

Obviamente, ese resultado debe ser feliz. Aunque sobre el punto admito un matiz, por cuanto cuando se trata de tareas arduas, peligrosas o exageradamente complejas, el solo hecho de asumirlas a veces implica una decisión valiente y audaz y creo que en esos casos, aún cuando el resultado no sea a priori "feliz", privarlas del adjetivo de "exitosas" es injusto.

Con todo el éxito aparece como la conclusión afortunada de una faena trabajosa, incluso ardua.

Cada cual hará en su vida el exámen acerca de su propio éxito. En algunas personalidades debe ser un exámen recurrente, pero no creo que sea saludable el entender la vida como una búsqueda más o menos frenética del éxito. Es que, mal que mal, el concepto de éxito no aparece muy relacionado con el de felicidad. Y si tuviera que hacer una opción, la felicidad se me presenta como una meta más atractiva que el éxito, si hubiera que elegir alguna a la que consagrar la vida. Cuestión de gustos.